José Mujica en un video de hace unos años no se muestra arrepentido de ninguno de los delitos que cometió junto a su mujer.
¿Y éste asesino quiere ser presidente?
¿Y Lucía Topolansky, la criminal de su esposa ya es senadora y ahora quiere ser primera dama?
Ambos mataban inocentes, falsificaban documentos, robaban autos, secuestraban personas, las torturaban, ponían bombas, asaltaban, unas verdaderas ratas homicidas de cloaca.
Vean en youtube este documental imperdible:
Se titula José Mujica y los Tupamaros contra la democracia parte 1 y parte 2
También se encuentra el video en
Fue uno de los líderes guerrilleros del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, surgido en Uruguay en la década de los sesenta, para atentar contra la democracia, con una serie de robos, asesinatos y secuestros, que trajo como consecuencia de sus acciones, un golpe militar en 1973, con la excusa de combatirlos.
Eran jóvenes con ideas comunistas y pensaron en hacer la revolución en un país que no la necesitaba, bastaba acudir a las urnas en la próxima elección democrática, para cambiar el gobierno.
Pero como no contaban con el apoyo del pueblo, atacaron al nuevo gobierno elegido democráticamente, para tratar de obtener el poder por medio de las armas.
Los militares les ganaron de mano; los Tupamaros les dieron el pretexto con sus acciones guerrilleras.
En una entrevista concedida al periódico argentino, La Nación, Mujica señaló:
“Yo en la justicia no creo un carajo”.
En otra oportunidad dijo públicamente que era necesario traer ciudadanos de otros países de América para trabajar en las tareas del campo:
“A los uruguayos ni en pedo (borrachos) los llevas a trabajar la tierra”.
Aunque sea paradójico el gobierno de su partido, otorga subsidios económicos a miles de desempleados a quienes se les ofreció trabajo y no aceptaron porque tienen el “regalo” que les otorga el Estado.
La oposición reclamó que si no querían trabajar les quitaran el subsidio, que se paga con los impuestos de quienes si trabajan, pero el gobierno prefiere no perder votos antes que ser justos con la población trabajadora.
Mujica es un defensor a ultranza de la ETA española, con la que mantuvo contactos, incluso, cuando volvió la democracia al Uruguay y él fue liberado, no vaciló en montar una serie de asonadas, intentando detener con violencia un pedido de la Justicia española, para extraditar a cuatro etarras detenidos en Montevideo.
Tiene momentos donde responde con sinceridad, no se sabe si es por desvarío propio de la edad, (75 años) o porque se siente inmune a las críticas.
Cuando abandonó su cargo de Ministro de Ganadería del actual gobierno, un periodista le preguntó a Mujica qué había hecho durante su gestión y contestó resumiendo su respuesta en una sola palabra:
“Nada” y no mentía, no hay nada por el que se le pueda recordar en esa labor ministerial, salvo el “invento” que acordó con los frigoríficos cárnicos para vender a bajo precio, el tristemente célebre “asado del Pepe”, una suerte de huesos con algo de carne, incomible, que las clases más bajas de la población despreciaron.
El presidenciable Mujica quiere autorizar a los menores de 10 años a trabajar, cuando sabe muy bien que la organización mundial lo prohíbe.
En su último libro “Pepe coloquios” habla mal de los argentinos, y dice entre otras cosas:
“En Argentina tenés que ir a hablar con los delincuentes peronistas, que son los reyes.
Son tipos que están ahí y tienen el poder: son verdaderos señores feudales”.
O sea que de acuerdo su razonamiento, va a tener que ir a Argentina a hablar con los delincuentes peronistas, sus amigos los Kirchner, a quién ya prometió que de salir presidente, levantará el veto de Uruguay para la designación de Kirchner para la secretaría de UNASUR.
Simultáneamente su señora y senadora y aspirante a primera dama, Topolansky: dijo en entrevista con medios internacionales que “nunca se puede descartar la posibilidad de usar las armas para defender ideas políticas”.
Juan Carlos Bengoa, el principal hombre de confianza de Danilo Astori, su compañero de fórmula, está actualmente en la cárcel procesado por una de las mayores estafas en la Intendencia Municipal de Montevideo.
Alejandra De Mello -esposa del senador frenteamplista y ex tupamaro Eleuterio Fernández Huidobro y coordinadora de la empresa de limpiezas Clanider S.A., que presta funciones en el Hospital Maciel de Montevideo donde se comprobó una sobre facturación de millones de pesos en horas de trabajos de limpieza que nunca se realizaron y donde también se verificó que los empleados eran obligados a limpiar la casa de la suegra de Fernández Huidobro, computándose esas horas de trabajo al hospital Maciel, o sea al Estado uruguayo.
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