La noche se perdió en tu pelo...
la luna se aferró a tu piel
y el mar se sintió celoso
y quiso en tus ojos,
estar él también...
Tu boca... sensual, peligrosa...
tus manos... la dulzura son
tu aliento... fatal fuego lento
que quema mis ansias
y mi corazón.
Ternura que sin prisa apura
Caprichos muy despacio dichos
entre la penumbra
de un suave interior.
Te quiero... y ya nada importa.
La vida lo ha dictado así...
Si quieres, yo te doy el mundo...
pero no me pidas que no te ame así
que no te ame así... que no te ame así....
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