Soy uno de los miles de ciudadanos argentinos que apagan el televisor o cambian de canal cuando ven su imagen en el mismo.
Estoy cansado de sus discursos plañideros, mentirosos, vacíos de contenidos, donde pretende dar la imagen de ser una persona capaz que conduce con mano firme los destinos de la nación, y no puedo dejar de compararla con otra que hacía lo mismo, que al igual que usted llegó a tan alto cargo gracias a su esposo y que trataba de ocultar su incapacidad con discursos de su tipo.
Estoy cansado de escucharla hablar de tantos record y logros, y en realidad los únicos que se dan, están en el sector agrícola, y no se debe precisamente a una política de su gobierno.
Fue el sector que los enfrentó y les produjo la primera derrota, gracias al cual por sus excelentes cosechas y elevado rinde, le deja al país un importante ingreso de divisas.
La bonanza económica no se debe a ningún plan del gobierno, sino a una circunstancia fortuita de buenas cosechas y buenos precios internacionales.
Sí puedo adjudicarle entre sus logros que haya destruido la ganadería, haciendo que este país, que era conocido en el mundo por sus carnes, se transformara de exportador en importador, que la comida típica de los argentinos, que era el asado, se convierta en una costumbre cada vez más cara y cada vez para menos.
Otro de los logros que también puedo adjudicarle al gobierno de su esposo y al suyo, es el de haber aumentado la pobreza tratando de ocultarla mediante la destrucción del INDEC para evitar que esa realidad saliera a la luz.
Hoy supuestamente técnicos del FMI vienen ayudarnos a reconstruir el INDEC… ¡MENTIRA!, Ese organismo era reconocido internacionalmente por su excelencia antes de la llegada de Moreno para destruirlo, echando a los técnicos que se resistían a convalidar la falsedad de los datos que este funcionario exigía.
Los técnicos del FMI vienen a auditar nuestra economía, mal que les pese a los progres y lo quieran disimular, la necesidad de conseguir dinero mediante el endeudamiento les hace dejar de un lado la ideología.
Ya no se puede recurrir al mono que sentado sobre un barril de petróleo financiaba los candidatos de izquierda para los países americanos, y que otorgaba préstamos usurarios a los países amigos (nosotros).
Despilfarró una inmensa fortuna tratando de promocionar la revolución comunista en todo el continente como la única panacea contra todos los males, y hoy, al borde de la bancarrota, su pueblo está pagando la locura de un trasnochado, que al igual que usted señora, tiene la misma ideología.
Estoy cansado de que hable de que le duele la pobreza mientras hace una ostentación desmedida de poder económico cambiando a cada rato sus modelitos caros, sus joyas y accesorios.
Muchísimos niños podrían comer con lo que usted gasta por día en su sueño de sentirse reina y su imperiosa necesidad de lucir.
Por supuesto que no quiero que ande mal vestida, pero sería mucho mejor para su imagen que pueda lucir un poco de HUMILDAD.
Estoy harto de que permita se pisoteen mis derechos porque soy un ciudadano pacífico que vive dentro de la ley, y no se tomen medidas contra los que cortan calles, usurpan viviendas, terrenos, o tienen libertades para tomar una comisaría sin que tales acciones tengan consecuencias.
Estoy harto de que se me ningunee y que me pregunten si quiero optar por el sistema jubilatorio estatal o el privado, y luego de prepo me pasen al estado en contra de mi voluntad.
Porque los que nos resistíamos sabíamos de antemano que usted dilapidaría nuestros fondos para seguir con su política mentirosa comprando canales de TV, para que periodistas y otros adulones traten de rebatir la realidad de su incapacidad.
Para que se gasten esos fondos del ANSES, para financiar el “circo” para los argentinos con programas como Fútbol Para Todos y otros proyectos populistas, negándose a pagar el 82 % a los verdaderos dueños de esos fondos.
Estoy cansado de que permita que empresas extranjeras nos roben nuestros recursos mineros a cambio de unas monedas, dejándonos inmensos páramos de tierras contaminadas y contaminando las napas de agua subterráneas envenenando nuestro futuro.
Estoy cansado de que hable de la educación, cuando propiciaron su destrucción a través de programas educativos que solo representaban la visión mentirosa de su ideología, como el propuesto por el Ex ministro Filmus, que nos lleva de haber ocupado los primeros lugares internacionalmente a estar hoy en día en los últimos.
Estoy cansado de que no exista justicia en mi país, producto de la manipulación de su esposo sobre un Congreso que oficiaba de escribanía para que votara leyes claramente anticonstitucionales, como las leyes aplicación retroactiva, una aberración jurídica, tendiente a tratar de dar algún viso de legalidad a la venganza sobre aquellos defensores de La Nación que los combatieron exitosamente en los 70.
Estoy harto de que para el nombramiento de los jueces el único requisito sea el de que adscriban a la ideología que ustedes profesan.
Siento vergüenza, cuando la veo escoltada por la boca de cloaca de Hebe Bonafini, falsa madre de desaparecidos, y por la cínica de la Carlotto.
Siento rabia cuando la escucho hablar del modelo y veo que en el país productor de alimentos siguen muriendo niños por desnutrición como ocurre en Misiones y otras provincias.
Estoy harto de que vea conspiraciones por todos lados y siga victimizándose, estoy harto de que nos hable de un país en el que es todo color de rosa y que solo existe en su mente afiebrada que no le permite ver la realidad, usted vive en ese país virtual al cual se refiere.
Estoy harto de que fondos del Estado Nacional, los manejen asociaciones que nada tienen que ver con el mismo, como madres de plaza de mayo, convirtiendo la acción social, responsabilidad gobierno, en una causa privada.
Estoy harto de que se crea investida con la suma del poder público y piense que leyes que deben ser debatidas en el parlamento como el presupuesto, no deba modificarse ni una coma.
Estoy cansado de que con mis impuestos se financie una universidad de terroristas, como la de madres de plaza de mayo, que como único fin persigue el adoctrinamiento de ciudadanos en el odio y la violencia, tal cual lo demuestra permanentemente su fundadora la señora de Bonafini y los terroristas que son invitados a dar clases en ella.
Por último señora, creo que así como la historia consideró a Atila como el azote de la humanidad, la historia considerará a su marido y a usted el azote de nuestra nación.
Atentamente,
Luis Razzolini
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