viernes, 25 de febrero de 2011

EUREKA… DESCUBRÍ QUÉ ES EL MODELO

Seguramente muchos de ustedes se preguntaron qué es el modelo cuando escuchaban a la presidente o algunos de sus ministros hablar de profundizar el modelo.

Al menos ésa era mi duda y, como nadie lo definía, llegué a pensar que el modelo era la prepotencia de Moreno,

la risible medida de la inflación del INDEC, el enriquecimiento de funcionarios como Jaime y Capaccioli, el dinero en el baño de Felisa Miceli,

las valijas voladoras de Antonini Wilson, la mafia de los medicamentos, la compra de terrenos en el Calafate a precio vil,

la soberbia de creerse el mejor gobierno de los últimos 200 años, la necesidad de estar siempre frente las cámaras de TV para hablar de los logros mentirosos,

la ostentación de ropas caras y joyas mientras mueren chicos por desnutrición en Salta y Misiones,

la de contar con una justicia complaciente para cerrar las denuncias por enriquecimiento ilícito y detener a sindicalistas opositores,

contar con miembros en la Corte Suprema de Justicia que hagan política partidista a favor del gobierno,

tener una ministra de defensa que cuando se la interroga sobre el contrabando de armas dice no saber qué es un FAL y otro cara de piedra que puede negar la realidad y nos dice que la inseguridad es sólo una sensación,

sin que se le mueva un pelo de su bigote.

Pero creo que estaba equivocado.

La revelación sobre qué es el modelo me vino de una humilde mujer embarazada que viajaba en el tren que tuvo el accidente en San Miguel,

lo que le produjo el adelantamiento del parto.

Los periodistas le hicieron un reportaje y, entre otras cosas, le preguntaron si ella trabajaba,

a lo que respondió que no, que tenía un plan de esos que da el gobierno.

Le preguntaron si el marido trabajaba;

ella corrigió, “mi compañero”, y aclaró, porque él también tiene otro plan y si nos casamos nos quitan uno.

Insistió el periodista

¿pero ninguno de los dos trabaja?

No señor, de vez en cuando él hace algunas changuitas, pero no trabaja porque si no, nos quitan el plan.

Nuevamente pregunta el periodista ¿y ustedes que tienen que hacer para seguir cobrando esos planes?

Ir a las manifestaciones cuando nos convoca el puntero.

¿Y ustedes le dan algo de plata al puntero?

No señor, nada.

¿Y cuánto cobran con los planes?

Y aquí quiero ser sincero, porque no escuché bien si la señora dijo que, incluido el salario universal, cobraban 1.800 o 2800 pesos.

Si fuera esta última cifra, cobrarían más que yo, que tengo 41 años de antigüedad e instrucción a nivel terciario.

Y mientras esto sucede, los viñateros de Mendoza ven peligrar la cosecha porque no hay mano de obra para levantarla.

¿Ahora entiende cuál es el modelo?

Luis Razzolini

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