sábado, 5 de junio de 2010

EL MINISTRO DEL BIGOTE

LE INVITO A QUE REFLEXIONEMOS JUNTOS.

EN TANTO NO HAGA MELLA EN SU YA DESCOMPUESTA HUMANIDAD.

¿Qué hace?; ¿por qué se agacha y se levanta?.


¡Lo invité a que reflexionemos juntos, no a que hagamos flexiones juntos!, por otra parte, no estoy dispuesto a convertirme en su “personal trainner”.

Mi gimnasia, apenas se limita a mover mis dedos sobre el teclado.

¡No!, no soy músico, le estoy hablando del teclado de la notebook, a través del que habitualmente me comunico con Ud.

Perdone…¿está medicado?.

Me dice que no.

En ese caso, le puedo recomendar un buen especialista, el único que ha conseguido “estabilizar” mi marcado grado de enajenación.

Tengo la sensación que la charla de hoy, más que durísima, va a resultar estéril.

¡Levántese ya por favor e intente concentrarse!.

Si consigo que asimile el 10% de lo que le diga, me llamaré dichoso.

Lo interpelaron al Ministro Jefe de Gabinete en la Cámara Alta.

Bué…decir que lo interpelaron, es tan solo una forma; el tipo habló “hasta por los codos” durante cuatro horas.

Debemos convenir que se trata de un verdadero talentoso en el arte del “chamuyo”.

¿Qué dijo?.

De todo y nada.

Según el Senador Juez, los dejó tan en pelotas como Tarzán en sus mejores momentos; según Pichetto, se trató de una verdadera cátedra que despejó cualquiera tipo de dudas, transparentando la Gestión de Gobierno y sus objetivos.

¡No!, le confieso que no lo escuché; algunos “timbres de voz”, ya no los registro.

De todas maneras, se trató de una sesión agobiante y tediosa.

¡Menos mal! que un rato antes, se había presentado ante una Comisión, Pepito Cibrián, quien según me dijeron, interpretó una versión personalísima de “Hamlet”, tan exacerbada, que hubo que sedarlo en medio de las convulsiones.

Le digo que si el Congreso sigue ofreciendo éste tipo de espectáculos, los del “Cirque Du Soleil” emprenden el regreso o se cagan de hambre.

¿Me sigue?.

¡No!; quédese sentado por favor; le estoy preguntando si me sigue en el relato.

Me dice que “maso”.

¡Bién!; esperaba mucho menos de Ud.

Ahora y hecha ésta mención, le hago un repaso igualmente breve, respecto a lo que “no dijo el Ministro del Bigote”.

Lo haré pausadamente, como para darle tiempo que “la ficha” le caiga, y evitarle un surmenage.

Ahora me dice que está a dieta y solo puede comer pechuga de pollo a la plancha.

¡Sigamos!

Ud. seguramente ha advertido que los argentinos, o la inmensa mayoría, nos hemos metido de lleno en el Mundial.

¡Le digo más!; no le extrañe ver un día de éstos a La Señora, pateando alguna pelota dentro del campo de juego donde hará su debut la Selección.

En este caso puntual no se lo puedo garantizar, pero la señora, pateando “pelotas” argentinas, es un verdadero fenómeno, y si tiene alguna duda, simplemente fíjese en el deplorable estado que se encuentran las suyas.

¡También y como primicia, le puedo asegurar que la última “charla técnica”, correrá por cuenta de ella…¡todo un gesto del Diego, quien por otra parte, poco es lo que tiene para decir a los jugadores.

Pero me sigo dispersando en consideraciones “triviales” y poco novedosas, sin adentrarme en el meollo de la cuestión.

¡Me dice que entre el surmenage y el meollo, lo más probable es que le dé una “pataleta” al hígado.

¡Vea!, mejor la seguimos o la empezamos en otro momento; ha conseguido alterarme casi tanto como un Juez de la Nación, a quien dediqué una de mis últimas “misivas”.

¡Nos estamos viendo!.

Ricardo Jorge Pareja

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