Ya está enarbolando el "trapo rojo" en la casa de gobierno, hecho que fue profetizado en el pasado.
La residente de Olivos anunció el otro día que no iría al "desfile militar", mínimo en su expresión, porque no quería saturar los festejos del bicentenario.
Nos enteramos que "madame" Bonafini le había pedido que no fuera al desfile.
No sabemos si realmente no fue porque se lo ordenó Bonafini o por su extrema aprensión a todo lo que sea militar, o por las dos cosas juntas.
También decidió no ir a la inauguración del teatro Colón porque, según ella, Macri había emitido ciertas expresiones no muy santas para con su marido.
No sabemos si la razón de su falta de asistencia al Colón fue la nombrada o si la realidad sería miedo a una silbatina. Nos inclinamos por esto último.
Al margen, a pesar de todo lo que se dice, el bicentenario no representa doscientos años del nacimiento de la Patria, la católica y única, nació, como lo manifiesta Antonio Caponnetto, el 1º de abril de 1520 cuando el territorio fue bautizado con la celebración de la primer misa en el mismo ordenada por Magallanes y celebrada en el Puerto San Julián.
Al ser la patria hispano-católica, hija de la Iglesia Católica, nació el día mencionado.
El 25 de mayo de 1810 ocurrió un acontecimiento muy importante pero no fue, como se pretende informar a través de los medios, el día del nacimiento de la Patria.
Hace cerca de un año que la residente de Olivos viene proyectando los "festejos", según ella, que en la unidad nacional se harían en esa fecha.
Durante este último año, como es costumbre del matrimonio durante los siete últimos años, tanto ella como él no han hecho otra cosa que agraviar a lo más sagrado de nuestra Patria, la Iglesia Católica y las Fuerzas Armadas.
Como no podía ser de otra manera, el famoso día del bicentenario fue recordado por la argentina kirchnerista que no cejó en hacer propaganda del matrimonio y sus secuaces y, en lo profundo, se olvidó de la Patria única y verdadera.
Participaron en una marcha en este recordatorio los llamados pueblos originarios, que de originarios no tenían nada pues estaban en gran medida integrados por los llamados "mapuches" que no son otra cosa que araucanos invasores y que pretenden ser reconocidos como parte de la Patria no teniendo nada que ver con ella.
Estos supuestos pueblos originarios vinieron a Buenos Aires comandados por, en la actualidad, la máxima representante de la subversión, Milagro Salas, que tiene en el país 70.000 militantes muchos de los cuales se encuentran adiestrándose para la lucha armada.
Estos personajes, no podía ser de otra manera, fueron recibidos por la mujer del pañuelo blanco, Hebe de Bonafini, madre de terroristas.
Hay que aclarar que la subversiva Milagro Salas está finaciada en sus actividades por la sociedad a través del kirchnerismo, pues recibe aproximadamente 10.000.000 de pesos mensuales de parte del ministerio que preside Alicia Kirchner, cuñada de la residente de Olivos y hermana de su marido.
La residente de Olivos, ofendiendo a la Patria como es su costumbre, recibió a esta gente comandada por dos subversivas, dándoles la categoría de homenajeadoras de nuestra pobre Patria.
Es imposible que le rindan homenaje a la Patria sus enemigos.
No sabemos los arreglos que se habrán hecho en la casa rosada, pero estamos convencidos que de esa reunión no salió nada bueno.
Otro regalo que nos hizo la residente de Olivos fue la inauguración de una sala que la denominó "Sala de los patriotas latinoamericanos".
Este conjunto de "patriotas latinoamericanos" está integrado, entre otros, por uno de los máximos personajes representantes de la subversión americana, el Che Guevara.
Esta mujer ha aprovechado el 25 de mayo, en su "festejo del bicentenario", para rendirle un homenaje a la subversión.
Ya está enarbolando el "trapo rojo" en la casa de gobierno, hecho que fue profetizado en el pasado.
Este es el "festejo" real que ha hecho el matrimonio y sus secuaces en este 25 de mayo, todo lo demás, bailes, canciones, desfiles etc., fueron hechos de distracción, pero lo sustancial de este "festejo" fue el comienzo del izamiento del "trapo rojo" en la casa de gobierno.
La llamada oposición y parte de la sociedad está o se hace la distraída.
Esta mujer, su marido y sus secuaces han aprovechado esta oportunidad para iniciar el izamiento del "trapo rojo" y quitar, en forma pretendidamente permanente, la bandera azul y blanca de lo alto del mástil de la Patria.
No durmamos más la siesta.
Despertemos de una vez y convenzámonos que la intención de estos siniestros personajes es la destrucción de la Patria.
Todo lo demás es cartón pintado.
Esta mañana, 26 de mayo, la oí a la residente de Olivos dirigiéndose a la sociedad pidiéndole que no solamente un día al año, el 25 de mayo, lo dedicara a la patria sino los 365 días del año y así hacer, según ella, una patria grande.
Es el colmo del cinismo.
Ella y su marido no han hecho otra cosa que accionar permanentemente en contra de los valores nacionales desde que usurparon el poder.
Han perseguido a la Iglesia Católica, a los militares que derrotaron a la subversión apátrida, han destruido las Fuerzas Armadas, por resentimiento han destruido al campo, han implantado la antinatura y apoyan el asesinato de los niños por nacer.
Ya no les queda más nada por atacar o destruir, y los idiotas útiles que abundan en nuestro país se han dedicado, con su presencia, a participar de los llamados "festejos", mientras que lo sustancial de esta parodia fue la instalación del "trapo rojo" en el mástil de la Patria.
Pero los grandes cómplices de esta situación se alojan en el Congreso y hoy,26 de mayo, haciendo "pinta" que es lo único que saben hacer, van a hacer el enorme sacrificio de caminar 200 metros hasta el monumento de Mariano Moreno para rendirle un homenaje.
Con esto creen que ya han cumplido con la Patria.
Parece ser que la introducción del "trapo rojo" en la casa rosada es lo que menos les preocupa.
Guillermo Díaz Aguirre
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