Usted también tiene la culpa.
Además de mi pánico por la persistente mengua de billetes en mi bolsillo y las profundas contradicciones de mis anteriores analistas, usted, al brindarme su oreja, alentó en mí esta vorágine de confesiones que me ayudan un poco en el intento de evacuar tribulaciones que, de no expresarlas, se me enquistarían vaya uno a saber dónde y con resultados catastróficos.
¿Qué me dice de los pasajeros que se negaron a bajarse de su avión y lo ocuparon por más de once horas?
¿Por qué el pugilato de los pilotos desato una huelga con cientos de pasajeros varados?
¿No es surrealista nuestro país?
¿Y nuestra nueva adquisición política? ...
DON MÁXIMO K
¿...No suena lindo, acaso?
¡Qué le apuesto que en los próximos meses abandonará su aspecto tan informal y hasta desprolijo y adoptará algún look políticamente correcto...!
¡Seguro que tirará esas horribles camperas de plástico y se vestirá con "informales" trajes negros cruzados y mocasines con hebilla...!
Dejará de ser el administrador y custodio de los milagrosos, veloces y tan argentinos millones de dólares que le dejara su padre y pasará a ser su heredero político y genuino continuador natural del famoso modelo.
Por eso mismo, en un nuevo operativo "CLAMOR", Moyano y los Shirt Boys le pedirán que se presente como candidato.
¡Le juro que ya no se qué hacer con mi cabeza...!!! ¡Estas visiones que se me presentan me están volviendo loco...!!!
¡Ah...! ¿Y el monumento que cambió de nombre?
Antes era por los tipos que yacen junto a los restos del crucero General Belgrano.
¿A quién se le ocurre hundirse junto con un barco enorme y para colmo de la Marina de Guerra?
Ahora, con estricto sentido de justicia y equidad,
¡pasó a llamarse Néstor Kirchner...!
¡Qué le apuesto que dentro de unos meses habrá más calles con este nombre que avenidas San Martín...!
¡Le confieso que es tanta mi desorientación que ya creo ver cosas que seguramente sólo existen en mi mente paranoica…!
¡El otro día me desperté con la sensación de haber visto un video en YouTube en el que unos cientos de personas uniformadas y con los puños en alto gritaban algo de Tupac Amarú…!
Le juro que me pareció muy real.
Hasta el punto que le pregunté al portero de mi edificio y me dijo que el tal Tupac era un tipo al que habían descuartizado los españoles hace cientos de años, tirándolo de brazos y piernas con unos caballos y que ahora.
También me dijo que ahora, una débil y modosísima señora de Jujuy, llamada "Milagro" o algo así, había adoptado ese nombre para un pacífico grupo de oración que había creado.
Como si eso fuera poco, vino a casa un amigo y me mostró un diario en el que decía que unos militares bolivianos habían cruzado la frontera y se habían robado un tractor y otras minucias...
Yo le dije: Viejo, ¡cómo se ve que te sobra el tiempo para andar fijándote en esas bobadas...!
Ah, antes de salir para la panadería, le cuento que he cambiado de idea: cuando resuelva mejorar mi calidad de vida no me iré para Zaire.
He resuelto que para no estar tan desadaptado, mi mejor destino es establecerme en Haití...
Hasta la próxima, maestro.
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